Marchar en México molesta a unos, enfurece a otros; pero para un buen número de personas es el único y último reducto de expresión popular.
Aquí todas las clases sociales han recurrido a ellas, pero no todas han obtenido una respuesta favorable de sus destinatarios.
Hacia dónde nos conduce la sobrerregulación del derecho de manifestación y qué puede ocurrir de no hacerle caso a tiempo a las movilizaciones civiles, el abogado y maestro en Derecho, Everardo Lara Covarrubias, responde a buzos sobre este controvertido y crucial tema en el país.
Buzos (b): Existen distintas posturas en torno al derecho de manifestación de las ideas y sus expresiones; por ejemplo, los que están 100 por ciento de acuerdo con lo establecido en el Artículo 6, los que dicen que es necesario regularlo y han promovido iniciativas de ley para lograrlo, los que consideran que los derechos son ilimitados, entre otros.¿Cuál es el problema de fondo y qué se esconde detrás de toda esta discusión sobrerregulatoria?
Everardo Lara Covarrubias (ELC): En efecto, la Constitución establece una serie de derechos (antes se denominaban garantías individuales, pero a partir de 2011 se cambió el título del capítulo y ahora se llama "De los derechos humanos y de sus garantías") y entre ellos está el derecho a la manifestación, consagrado en varios artículos, no en uno solo.
La mayor parte del Artículo 6 se refiere a la libre expresión de las ideas a través de los medios escritos o electrónicos.En los artículos 8, 9 y 11 queda incluida la manifestación pública: el derecho de petición (las marchas normalmente se realizan para llevar una petición, exigirle a una autoridad el cumplimiento o solución de tal o cual problema, o demandar la respuesta de un pliego petitorio que se le ha hecho previamente o que se formula en ese momento), y los derechos a la libre asociación y la libertad de tránsito (todos los mexicanos podemos circular por todo el territorio nacional sin necesidad de permiso, pasaporte o algún otro salvoconducto), respectivamente.
Están contemplados también en tratados internacionales desde hace cinco años y tienen alta jerarquía en nuestro sistema jurídico; fueron firmados por México y ratificados por el Senado de la República.
En el Pacto de San José (Convención Interamericana de Derechos Humanos) hubo reglamentaciones derivadas de la Organización de los Estados Americanos (de la que México es miembro): "todos los habitantes de los países firmantes están obligados a respetarlas, y la libre manifestación no debe estar sujeta a censura ni a limitación alguna".Hay un amplia regulación internacional.La mayoría de los derechos constitucionales tienen su ley reglamentaria; por principio no puede negarse esa posibilidad (modificar la Constitución), aunque entraña, en el caso de las manifestaciones, grandes riesgos.
El clamor de las autoridades es atacar a las manifestaciones, y se apoyan en el uso abusivo de ellas por parte de algunos grupos.
¿Qué se dice de las marchas? Que los manifestantes bloquean calles, cometen delitos, saquean negocios, rompen vidrios, agreden a elementos de las fuerzas públicas, a particulares, etcétera; ése es el fundamento y las razones que se ofrecen para concluir: 'necesitamos reglamentar'.
Pero en realidad ya existen los mecanismos jurídicos para sancionar las conductas de los que abusan del derecho de manifestación.
Una persona que pintarrajea, pone grafitis, rompe una puerta o una ventana y llega y saquea un comercio, está provocando daño en propiedad ajena.Si se aplica la ley actual no necesitarían estarse reglamentando más las manifestaciones.
Si se agrede a particulares o a algún elemento de la fuerza pública, también está tipificado el delito de lesiones.Y si pasa a mayores: lesiones graves que tardan en sanar más de 15 días o ponen en riesgo la vida, también ya existe un reglamento.Todos los códigos penales de la República Mexicana contienen sanciones para estos actos.
Hay que tener mucho cuidado, se está tratando de criminalizar las marchas.Existen leyes (de Movilidad o para preservar la paz pública) en algunos estados de la República para limitar las manifestaciones o el derecho que tienen los ciudadanos a protestar.
¿Por qué se vuelve necesario protestar o manifestarse públicamente? Bueno, en el Constituyente no se puso nada más por moda, era una necesidad que le reconocía al pueblo a hacer peticiones y manifestar públicamente su exigencia de que se resolvieran tales o cuales problemas.Este derecho existe en reglamentaciones anteriores a la Constitución de 1917 y se ratifica en el proyecto presentado por Venustiano Carranza en el 17.Es un derecho de la población y la válvula de escape a sus inquietudes y necesidades.
b: Existen agrupaciones que avisan de la realización de su movilización, pero al llegar al punto previsto la calle está cerrada por la policía.¿Este hecho queda sujeto a la condena civil o hay alguien que pueda, deba o juzgue al Gobierno?
ELC: En el fondo del asunto hay un abuso de autoridad.El Gobierno puede, y de hecho lo hace, alegar a su favor la Ley de Movilidad que rige en la Ciudad de México; porque en esa ley se establece que hay que informarle anticipadamente a la Secretaría de Seguridad Pública con un mínimo de 48 horas.
En algunos estados y países se establecen condiciones más restrictivas y represivas, no sólo se obliga a los grupos a avisar.¿Avisar o pedir permiso? (porque existe una diferencia abismal).Hay muchas maneras en que la autoridad puede bloquear una marcha.El Gobierno dice: 'no se te permite porque hay un evento de tal o cual cantante, o porque hay una feria del libro o una exhibición de coches clásicos y no quiero que haya problemas; entonces, no puedes llegar al Zócalo; marcha por otro lado de la ciudad.No se permite'.
Vea usted cómo es demasiado amplio el margen de maniobra en que el Gobierno ha boicoteado las marchas y cómo va a seguir haciéndolo.
Manifestaciones, el recurso de los débiles
b: ¿Se puede someter a juicio al Gobierno?
ELC: La verdad es que el ciudadano está bastante desprotegido en ese terreno.Tú puedes emprender un juicio (de esos que se tardan bastante tiempo) ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo por la acción de tal… No va a ningún lado.ése es el punto.Se han promovido algunos amparos, y ¿qué han dicho los jueces?: 'bueno, el actuar de la autoridad estuvo ajustado a la Constitución puesto que buscaba preservar el orden público y la paz pública'.Bueno, ¿qué te queda? Las comisiones de derechos humanos (CDH); en mi experiencia personal son bastante ineficaces (salvo excepcionales resoluciones): quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); ante la CDH del (ex)Distrito Federal; la CDH del Estado de México, y la verdad su actuar es decepcionante.En el mejor de los casos llegan a decir: 'se recomienda a tal autoridad que atienda a tal grupo de ciudadanos'.Pero hasta ahí se quedó todo.Las recomendaciones de las comisiones no son sentencias ni laudos, no obligan a la autoridad, es algo meramente moral.Dan a conocer con la resoluciones y están sujetas a que la autoridad las admita.Entonces se van cerrando las posibilidades.He visto algunas reglamentaciones de la República e incluso de otros países: por ejemplo, en Zacatecas, hay que decirles cuál es el trayecto, cuánto va a durar el acto, cuántos van a asistir y quién encabeza.En Inglaterra no pueden llevar máscara.¿La ley es restrictiva o no es restrictiva? Aquí cuando la autoridad quiere bloquea las marchas, cuando no, les da protección policiaca para que no vayan a tener imprevistos.Los auxilian.
La otra vez una feria estaba bloqueando la calle, o sea, la vía pública.¿Y mi derecho al libre tránsito? ¿Y el Artículo 11 constitucional, qué? Pero como le entran con la delegación no hay problema.Semanas completas de juegos mecánicos bloqueando y ahí no se dice nada.
Otro ejemplo.En la administración del doctor Eruviel ávila Villegas, en el Estado de México, se acusó a un individuo de contaminar el ambiente porque en un mitin usó un sonido a más de 100 decibeles.El caso estuvo vinculado a proceso, se fue a juicio penal (con todo lo que implica: sala de audiencia, juicio oral, etcétera).Pero ¿cómo? Entonces, ¿qué quieren? ¿Que uno vaya por la banqueta y calladito? ¿A dónde estamos llegando? La verdad es que yo, que soy profesionista, ni siquiera tengo muy claro cuándo estoy usando un sonido a 80 o a 100 decibeles.
El Gobierno tiene mucha facilidad para limitar la manifestación pública.Detrás de esto se esconde el interés de los gobiernos de que el pueblo no se manifieste, no exija.Lo tratan de inhibir, tratan de evitar, de quitarle la posibilidad de manifestarse y no les importan los tratados internacionales, los derechos humanos y lo que se les ponga en frente.La cosa está difícil.
Al parecer vivimos temporadas en que los gobiernos se ponen más duros.No hay duda de eso.El Gobierno jamás abdica, al contrario, tiene asignada la tarea de someter al pueblo.
Si la población tuviera otras maneras de manifestarse, recursos o vías accesibles, no necesitaría las marchas.Por ejemplo, acceso a los medios de comunicación públicos.Si yo tengo acceso para decirle a los mexicanos mis demandas a través de los canales de televisión, se me hace que sería más eficaz.Los grandes periódicos se cierran a los grupos más vulnerables (gustan llamarlos así ellos).Luego entonces, las manifestaciones son el recurso de los débiles.
A lo mejor sí hay muchas marchas en la CDMX, pues que las atiendan.El Gobierno analiza nada más el número de marchas, las afectaciones y el daño que provocan los manifestantes; y la autoridad que no atendió (que en muchos lugares ni siquiera tiene diálogo y si lo hay es sólo para dar atole con el dedo, nada más es para platicar porque no resuelve el problema), ¿no tiene responsabilidad?, ¿no está obligada?, ¿no es, en el fondo, la responsable de que haya tantas marchas? Yo creo que sí.
Sin respuesta
b: Entonces, si el Gobierno puede hacer lo que quiera y los recursos del mexicano son ineficaces, ¿quién está encima del Gobierno, qué se puede hacer?
ELC: Es una pregunta complicada, delicada, no es tan sencilla.Las vías legales son bastante ineficaces.Cualquier abogado le va a decir: 'promuevo un amparo…'.Pero se han promovido decenas de amparos y no van a ningún lado.
A ver dígame: ¿de quién es el Zócalo de la Ciudad de México? ¿Es del señor jefe de Gobierno? Se me hace que no.Es mínimamente de todos los capitalinos y de todos los mexicanos.La Alameda Central ¿es del delegado de la Cuauhtémoc? Me parece que no.La verdad es que le tiran a la manifestación por motivos políticos.
Hay muchos motivos de manifestación: eventos deportivos, marchas por el orgullo homosexual, promoción de marcas comerciales, eventos religiosos (y no estoy en contra de ellos, cada quién es libre de tener la religión que quiera y de expresar sus creencias); pero, dígame, ¿en diciembre no se bloquean las calles hacia la Basílica de Guadalupe? Cuando vino el Papa, ¿no se cerraron vialidades en esta ciudad durante varios días? Se bloquearon.
¿No practicaban yoga en el Paseo de la Reforma (planes gubernamentales)? Ya no digamos los ciclotones que tenemos los capitalinos cada domingo.Esos, ¿bloquean o no bloquean?
Acabamos de presenciar grandes manifestaciones en contra de las sociedades de convivencia, del derecho de los homosexuales a adoptar niños y de otros móviles, y de ésas poco se habla.
Las marchas que más se satanizan, denigran, calumnian y reprimen son aquellas que tienen objetivos políticos; las otras ni siquiera se meten en el montón (y son una parte importante).
Usted me preguntaba: si la Suprema corte no resuelve, si los jueces tampoco y las comisiones de derechos humanos menos; entonces, ¿qué nos queda por hacer?, ¿quién controla al Gobierno? Bueno, le voy a dejar sin respuesta por esto: porque no hay.
Alguien podrá decir, yendo más a largo plazo: el pueblo controla a su Gobierno mediante el voto y puede cambiarlo; a largo plazo es cierto, pero si el pueblo no se siente representado por él se crea una olla de presión a la que se le ha quitado la válvula de escape de la inconformidad social (las manifestaciones).
Se va a acumulando el descontento.El Gobierno no es tan impune aunque parezca que puede hacer lo que quiera.Puede hacerlo, pero a la larga el pueblo se cobra y se cobra por métodos a veces nada pacíficos y nada legales.
Alguien decía, y está en una gran cantidad de tratados, que el Artículo 39 de la Constitución incluye el derecho a la revolución: 'el pueblo se dará el tipo de gobierno que quiera'.Cierto, nada más que con costos sociales.
De qué le sirve a un grupo de obreros, campesinos, amas de casa, protestar auténticamente, sin generar violencia y delitos, y que no les hagan caso.
Después de mucho tiempo, sacrificios y penurias debería permitirse la protesta social, pero, sobre todo, hacerle caso.
Estallido social a la vista
b: Si el Estado sabe que está ante una olla de presión y cierra la única válvula de escape, reprimiendo y sobrerregulando las manifestaciones, ¿qué está pasando con el Gobierno?
ELC: Como en muchos terrenos lo que hace es contraproducente.En el corto plazo parece que logra su objetivo: si inhibe la marcha, la gente no se moviliza.En lo inmediato, algunos funcionarios de corto alcance pueden decir: 'logramos el objetivo: ya no realizaron la marcha'.
b: ¿Por qué otros países (algunos con mejor calidad de vida) tienen leyes sobre el derecho de manifestación más restrictivas que la mexicana?
ELC: Internacionalmente, la tendencia del capitalismo que domina es el neoliberalismo, y en todos los países capitalista, la misión del Estado es mantener sometido al pueblo.
Aunque sean sociedades con mejor calidad de vida (porque no hay duda que Europa tiene mejor nivel de vida que México, unos países más, otros menos), ahí también ha habido grandes manifestaciones.En Francia, por ejemplo, contra los cambios laborales que está introduciendo el presidente autodenominado socialista.España (aunque es de los más atrasados de la unión Europea) registra grandes movilizaciones.
La manifestación política es una necesidad del pueblo ante la insatisfacción por las políticas del Gobierno.
b: ¿Por qué sancionar más y emular a esos países si la situación económica y política de México no es óptima ni es la que desean los mexicanos pobres?
ELC: No hay duda, Estados Unidos es la cabeza del imperio y tiene un nivel de vida más desarrollado, pero también ha tenido manifestaciones en contra de una serie de medidas gubernamentales.Los pueblos de los países con más crisis económicas y políticas necesitan más este recurso.En México estamos copiando aspectos muy regresivos de las políticas de otros países.Si se tuviera una sociedad con mayor nivel de vida, más satisfecha, no sería fundamental el tipo de regulación, pero en países como el nuestro es un tema importante.Es uno de los pocos derechos que tiene la población.Quítele al pueblo su derecho a manifestarse, su derecho a la petición, a la organización, y esto se convierte en pocos años en una guerra civil.
b: ¿Cree que esta situación va a estallar?
Puede llegar a estallar, y no habrá decretos ni leyes que puedan contener el malestar social.
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